1. INTRODUCCIÓN
En el siguiente trabajo practico presentaremos la temática de “ los procesos de cambio de actitud que tiene lugar dentro de un grupo y eventualmente el fenómenos de la conducta agresiva”. Para ello procederemos al análisis de un grupo en particular, en este caso “Los Limpiavidrios”, para llevara delante la investigación y ver de que manera se presentan los fenómenos a estudiar en dicha aglomeración.
Los “limpiavidrios”, son todos aquellos que se paran en las vías de acceso mas importante de Córdoba a limpiar los vidrios de los automovilistas y a cambio le dan alguna retribución ( en su mayoría monedas).
El tema elegido atrajo nuestra atención por dos razones principales: los limpiavidrios constituyen un grupo en riesgo, no hay muchos estudios psicológicos orientados a este sector marginal y si los hay no han sido muy difundidos. En consecuencia el análisis nos puede servir para comprender mejor sus representaciones sociales, los estigmas con los que cargan, los prejuicios y por supuesto los procesos de cambio de actitud y agresión que es el tema que nos compete. Y segundo, ellos están siempre en grupo y su presencia por lo menos en Córdoba es notoria
Justificación de Metodología
Para elaborar esta investigación se dio uso a la metodología de la observación pautada basada en la entrevista, para su posterior interpretación. Esto responde a la naturaleza del objeto a estudiar, que es la actitud grupal y la existencia o no de la agresividad en los “trabajadores del parabrisa”.
Sería de suma dificultad e inutilidad tratar de estudiar al grupo sin contacto personal con él y con su ambiente. Escasean libros o bibliografía pertinente a los limpiavidrios como a cualquier otros grupo marginal. La experimentación tampoco vale, sería inútil tratar de generar situaciones que desaten un comportamiento original, el ambiente en el que se desempeña éste grupo es sumamente único y las actitudes que en él se presentan solo son legitimadas en un ámbito “natural”. Es por eso que recurrimos a la entrevista: obtener testimonios acerca de las motivaciones de cada uno, de su relación al grupo y al ambiente, de los vínculos que los unen, de sus reacciones ante las anomalías que surjan durante su trabajo, etc. fue la técnica que nos abrió las puertas a su realidad.
2. DESARROLLO
Presentación teórica
Todos los individuos son miembros de una familia, grupo religioso, comunidad, escuela, y demás. El individuo no se puede ver como en un contexto aislado, ya que persona y sociedad son complementarias y no se desarrollan sino conjuntamente.
Es decir, las personas trabajan juntas en una variedad de situaciones (el trabajo, el hogar, la escuela, iglesia, empresas) y estos grupos pueden fallar sino tienen claro su funcionamiento hacia donde van y que tienen que hacer.
Es por eso que la palabra grupo designa un conjunto restringido de personas, que tiene un objetivo en común ( el mismo oficio- fines comerciales etc.) y en donde es posible llevar a cabo relaciones interpersonales, intercambios mas o menos posibles.
Si bien los grupos son inherentes a la vida de las personas, ha habido muchas discusiones con la relación que se establece entre individuo – grupo. La psicología como así también la sociología nos brindan. La primera reduce los conceptos sociales a conceptos individuales, en cambio la sociología pasa todo lo contrario, los grupos son instancias intermedias necesarias para introducirse en la sociedad.
Dentro de los estudios de grupo rescatamos las figuras de Mayor y Lewin. El primero realizo estudios en una fabrica y estableció que los individuos constituyen grupos espontáneos, informales con organización propia, con un código que determina su actitud hacia el trabajo, es decir los individuos no son solamente eso, sino que conforman un grupo en donde han establado vínculos entre ellos.
Kurt Lewin desarrollo la teoría de la dinámica de grupo, en la cual el grupo no es una simple colección de individuos y que entre ellos se producen múltiples fenómenos: Atracción, repulsión, tensión, las corrientes que se establecen entre los miembros del grupo, determinan un movimiento, una dinámica que proyecta en cierto modo, el grupo hacia delante, pero también puede haber un sentimiento de rechazo si esas impresiones no son compartidas, estas características unidas hacen que el grupo se desarrolle en forma positiva o negativa, dependiendo de la tendencia que se siga. En conclusión afirma que el grupo es mas que la suma de las partes. Precisamente eso se constituye como el primer momento epistémico (un grupo es un todo pensado como un todo y no como la suma de las diversidades) en donde se acentúa el carácter que posee lo múltiple, irreductible a la unidad y a los lazos entre las personas (grupo como totalidad dinámica).
El segundo momento epistémico, afirma que los comportamientos de grupo se dan en dos niveles, el de la tarea común, que es racional y consciente, en donde el éxito o el fracaso dependerá de la distribución de los roles. El segundo nivel es emocional, los individuos se combinan involuntariamente para actuar siguiendo supuestos básicos como:
« Supuesto básico de dependencia: el grupo depende de alguien de forma absoluta, ese alguien provee de satisfacción a todas las necesidades y deseos del grupo.
« Supuesto básico de fuga y ataque: La idea de que existe un enemigo que hay que atacar, destruir (ataque) o huir de él (fuga).
« Supuesto básico de apareamiento: Creencia colectiva por el cual un ser que no ha nacido resolverá sus problemas. Constituye una esperanza tipo mesiánico, lo importante es la idea del futuro que del presente.
Por último, queremos destacar la figura del líder, el cual esta presente e todos los grupos humanos. El líder es aquella persona habilitada para ejercer un poder determinado sobre la conducta de un grupo de personas.
Existen diferentes tipos de líderazgo:
« Autoritario
- Jefe autocrático
- Paternalista
« Corporativo
« Maniobrero
« Elucidador
« Laissez- faire
Por último el fenómenos de la agresión puede ser definido como aquel comportamiento que tiene como meta el daño. La presencia de un comportamiento agresivo siempre presupone la existencia de frustración y a la inversa, la existencia de frustración acarrea agresividad.
Dentro de esta tópica podemos reconocer tres líneas teóricas, las cuales exponen desde su punto de vista la interpretación del fenómeno de la agresión: La instintivista (fuerzas internas), Ambientalistas (sujeto y medio), Biologista (factores biológicos). Para nuestra investigación desarrollaremos únicamente la ambientalista ya que la metodología utilizada sólo nos aporta información que hace a esta corriente.
Entrada al campo
Primero que todo, lo más importante fue idear el modo de conversar con los chicos. Sabemos que no es fácil acceder al diálogo por las vías comunes, excepto que dentro del grupo haya algún conocido o alguien que los conozco nos presente. Por ello, decidimos hablar con uno de los “ Limpiavidrios” cuando estuviera sólo y explicarle cuales eran nuestras intensiones al querer hablar con ellos; y a la vez sí nos podía hacer de puente con el resto de sus compañeros para que ya fueran sabiendo que los íbamos a entrevistar.
Al principio su actitud fue de desconfianza total, pero luego con el paso del tiempo fue sintiéndose más cómodo, y nos dijo que iba a intentar hablar con el resto de la “banda”.
Nosotros en el rol tanto de investigadores como de entrevistadores teníamos que tratar de crear un ambiente natural, cómodo, propicio para hablar. A raíz de ello tratábamos de manejarnos con sus códigos, utilizar alguno que otro vocablo para “ meternos en el grupo”. Lo que si percibimos era el miedo, la desconfianza, la resistencia al quererlos grabar, es por ello, que decidimos descartar esa opción y utilizar solamente las entrevistas.
El primer contacto lo realizamos con Pepe, y gracias a él tímidamente fue acercándose el resto. Preguntamos de dónde se conocían y nos respondieron que eran todos amigos del barrio, de hacía ya años. Pepe, Gato, Yona y Maxi tenían entre 16 y 18 años y ninguno estudiaba por el momento aunque expresaron sus deseos de finalizar los estudios algún día cuando la situación lo permitiera.
Construcción de las entrevistas
Redactamos cuidadosamente cada pregunta según la respuesta que queríamos obtener. Sin querer caer en prejuicios ni en discriminación, somos concientes de que no todos los chicos que no pueden integrarse totalmente a la estructura social actúan de la misma manera.
Según la clase de educación y las particularidades de cada caso algunos suelen ser agresivos, otros no.
Nuestras preguntas debían cumplir con su objetivo: llevar a cabo este informe con la mayor cantidad de información posible. Necesitábamos saber cómo estaba formado su grupo, cómo se organizaban y si tenían comportamientos agresivos o no. Por lo tanto el individuo no debía ofenderse, sino colaborar con nosotros y responder libremente a cada pregunta.
Las preguntas teóricamente formuladas quedaron de la siguiente manera:
¿Cómo se llaman? ¿Cuántos años tienen?
¿Cómo se conocieron?
¿Hace mucho que trabajan?
¿Cómo se organizan para trabajar?
¿Cuánto trabajan por día?
¿Cuánto ganan por día?
¿Cómo reparten lo que ganan al día?
¿Qué pasa si viene uno más? ¿Lo dejan entrar al grupo?
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar de limpiavidrios?
¿Por qué eligieron este trabajo?
¿Cómo reacciona normalmente la gente cuando les ofrecen limpiar el parabrisa?
¿Cuáles son las actitudes que más les molestan?
¿Cómo reaccionan ustedes cuando los tratan mal?
Entrevistas y experiencia de campo
Nos dirigimos a plaza España, ahí estaban los chicos que queriamos entrevistar, esperamos el momento propicio para entonces caminar hacia uno de los chicos que estaba trabajando en esa esquina. Era Pepe que, como dijimos, al comienzo su actitud de desconfianza nos generó incertidumbre pero el clima fue luego de pocos minutos más distendido y enseguida manifesto ningun inconveniente en colaborar con nosotros
En su organización no existe ninguna relación de autoridad o dependencia, cada uno elige su auto y se queda con las monedas que gana, nadie ordena a nadie. Trabajan 10 horas al día, desde la mañana hasta la tarde y ganan alrededor de $ 35 en una buena jornada. No reparten la plata de ninguna forma, cada uno hace su negocio “Si uno tiene la suerte de limpiar, limpia, sino no” nos dice Pepe. En cuanto a si aparece alguien nuevo nos responden que “si viene con buena leche, si nos viene y nos habla bien, lo dejamos que haga su moneda, todo bien”.
Entre las ventajas y desventajas de trabajar de limpiavidrios nos mencionaron como positivo que les da de comer a ellos, “es un trabajo” nos expresan todos con seguridad, sin duda era la ventaja de cabecera. Como desventajas nos nombraron la cantidad de horas que les consume, el hecho de estar en la calle que para ellos no es un buen lugar para trabajar, los bajos ingresos que no les alcanza para mantener a sus familiares, etc. Y nos contaron que en realidad no eligieron el trabajo, sino que se les presentó la oportunidad y sólo la aceptaron, y hasta hoy siguen en esto. Para ellos trabajar de limpiavidrios no es cuestión de elegir, es cuestión de aprovechar la oportunidad.
“Muchos no te dan ni bola” dice Maxi cuando les preguntamos por las reacciones de la gente. “Algunos suben la ventanilla cuando llegan al semáforo y algunos hasta hacen como que hablan por celular cuando unos se les acerca” nos cuenta como si fuese chiste Pepe. “Otros directamente te tratan mal o te putean” agrega el Gato, “pero sólo cuando están muy sacados”. Yona agrega que también están los que “te dicen sí y hasta te dan las gracias, hay de todo en la calle”. Nos tentó preguntarles si había alguna diferencia en el trato de los conductores de los autos más caros con respecto a los más baratos y nos contestaron que generalmente no. “Por ahí viene uno con un autaso y no te da ni bosta y después viene uno con un auto re chome (viejo/barato) y te da un billete de dos pesos” nos cuenta Yona. “El auto no diferencia en nada, la gente, la gente es la que difierencia” dice Pepe. Las actitudes de la gente que más les molesta es la indiferencia o la agresión: “cuando se hacen los boludos o te tratan mal porque sí” en palabras del Gato. Y en cuanto a sus respuestas a éstas agresiones nos cuentan que ellos no hacen nada “los dejamos ir nomás, si nosotros estamos todos los días acá, no podemos estar peleándonos con todos” dice Maxi. El Gato por su parte dice “depende de cómo te traten, si te tratan mal vos los tratás mal, pero si te tratan bien todo bien con ellos”.
“¿Y una monedita para la gaseosa?” fue el saludo de despedida de Pepe. El trabajo ante todo.
Una vez realizadas las entrevistas, nos pareció interesante conocer el otro punto de vista: el de los conductores y propietarios de los vehículos a quienes los chicos ofrecían sus servicios. Pensamos que el mejor lugar para entrevistarlos era en su hábitat natural: la calle. En un semáforo intentamos entrevistar a los conductores que tuviera el vidrio bajo para ahorrarles molestias. Nuestra intención era conocer cuál era su opinión de esta actividad, si les parecía positiva o negativa. Y en el caso de ser negativa, el por qué de su respuesta.
De siete intentos solo tres contestaron a la pregunta: “Qué piensa de los limpiavidrios?”. Los tres individuos contestaron que los respetaban porque ese era su trabajo y que mientras no molestaran a nadie, que hicieran lo que quisieran. “Si uno trata bien a la persona, la persona te trata bien a vos” nos dijo sin faltar a la verdad una señora.
Observaciones
A este grupo de chicos seleccionados que trabajan de limpia vidrios se los podría clasificar fácilmente como un grupo a partir de la clasificación de HUNG, ya que son un conjunto de más de 2 personas, relacionadas en este caso afectiva y laboralmente, que tienen como fin recaudar dinero para vivir. Son simplemente cuatro amigos que se ven en la necesidad de salir a la calle a trabajar, y encontraron en esta esquina de Plaza España un espacio para dedicar sus esfuerzos a conseguir el dinero que necesitan.
En el caso de la existencia de agresividad se hubiese enfocado desde la corriente ambientalista pero la situación carecía de fenómenos en los que se manifestase la misma. La entrevista con los chicos nos indicó que en sus actitudes no se manifestaba la agresividad ni con los conductores (incluso con quienes los agredían) ni mucho menos entre ellos. Trataban bien a sus clientes, ya que muchos pasan por ahí varias veces al día y ellos son amigos, por lo que la agresividad no es una actitud común en su esquina.
A los chicos no les hubiesen faltado motivos para manifestar agresividad según esta corriente, ya que se encontraban fuera del proceso de sociabilización que provee el sistema educativo, se encuentran excluidos del sistema productivo, los roces con los automovilistas todos los días podrían producir una victimización y se encuentran totalmente indefensos ante la frustración que generan las negativas constantes de los automovilistas para aceptar sus servicios.
3. CONCLUSIONES
Trabajar en la calle es duro. Fue una de las primeras cosas que nos resaltaron como negativas de su trabajo. La gente no siempre se encuentra predispuesta a dar un buen trato. Lo experimentamos al intentar abordar a los conductores en los semáforos en rojo con el grabador haciendo las veces de esponja. No podemos dejar de expresar que nuestra frustración al encontrar los diversos sabores de negativas que ya nos habían descrito los chicos (ventanillas polarizadas que no bajan, llamadas inesperadas al celular, conductores catatónicos, y señoras muy ocupadas hablando con su marido de temas más importantes –esta era nueva-), en nuestro caso la frustración no llego a manifestarse en agresión a los conductores, pero se la sentía burbujear en el fondo del estómago. Imaginamos qué pasaría si nos tocara vivir esas sensaciones día tras día. En ese momento entendimos la grandeza de ser limpiavidrios. A estos chicos la necesidad y la educación los guía por el camino de la diplomacia a la que muy poca gente que habla mal de ellos podría llegar en esas condiciones.
Sabemos que existen grupos de limpiavidrios no tan ejemplares como el que entrevistamos, los hay. Pero antes de hablar con éste grupo, inconcientemente y tácitamente los habíamos ubicado dentro del grupo de los no ejemplares. Todo se reduce a la máxima de la señora del Clio gris:
“Si uno trata bien a la persona, la persona te trata bien a vos”
Señora del Clio gris (2006)
Abrir un poco el corazón no le hace mal a nadie, es un ejercicio que podemos practicar en cada semáforo.
4. BIBLIOGRAFÍA
- Apunte de Psicología Social
miércoles, 31 de octubre de 2007
Metodología de la Catedra Psicología Social
Metodología
Importa lograr que los estudiantes demuestren un manejo adecuado de los conceptos, categorías, teorías e instrumentos de análisis básicos de la psicología Social y su relación con la comunicación.
El proceso de aprendizaje propio de la signatura implica un momento reflexivo y potro de aplicación al análisis de concretos procesos de interacción a fin de poder determinar en ellos el nivel de realidad específicamente psico-social. Es por eso un proceso complejo y evaluable sólo a largo plazo.
Pero como el desarrollo de la currícula requiere la acreditación progresiva de conocimientos a fin de que sea posible la y transferencia de aprendizajes entre las diferentes disciplinas, será necesario instituir una instancia de acreditación que demuestre la adquisición de las competencias que brinda nuestra disciplina.
El momento de realización del análisis psicológicamente relevante de los procesos de interacción, se realiza a través de trabajos prácticos que en su totalidad están orientados a permitir descubrir y a evaluar dicha relevancia y las consecuencias y características de las interacciones e influencias. Los trabajos prácticos se aprueban con la asistencia de los mismos, la elaboración y la discusión grupal de los informes que los alumnos deben elaborar como respuestas a las guías que se les proporcionan.
Importa lograr que los estudiantes demuestren un manejo adecuado de los conceptos, categorías, teorías e instrumentos de análisis básicos de la psicología Social y su relación con la comunicación.
El proceso de aprendizaje propio de la signatura implica un momento reflexivo y potro de aplicación al análisis de concretos procesos de interacción a fin de poder determinar en ellos el nivel de realidad específicamente psico-social. Es por eso un proceso complejo y evaluable sólo a largo plazo.
Pero como el desarrollo de la currícula requiere la acreditación progresiva de conocimientos a fin de que sea posible la y transferencia de aprendizajes entre las diferentes disciplinas, será necesario instituir una instancia de acreditación que demuestre la adquisición de las competencias que brinda nuestra disciplina.
El momento de realización del análisis psicológicamente relevante de los procesos de interacción, se realiza a través de trabajos prácticos que en su totalidad están orientados a permitir descubrir y a evaluar dicha relevancia y las consecuencias y características de las interacciones e influencias. Los trabajos prácticos se aprueban con la asistencia de los mismos, la elaboración y la discusión grupal de los informes que los alumnos deben elaborar como respuestas a las guías que se les proporcionan.
Qué es la Psicología Social?
Después de tanto hablar de los contenidos de la materia Psicología Social, de las personalidades científicas que la desarrollaron a través del tiempo, de sus transformaciones, etc. ahora hagamos un esfuerzo totalizador para lograr definir qué es en realidad esta ciencia, cuál es su objeto teórico, su metodología característica y todo lo que define a la Psicología Social como una ciencia autónoma -en cierta medida autónoma- y separada del resto de las ciencias
La psicología social es la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad, sostiene Moscovisi. En cuanto, a su objeto dice que no existe unanimidad en este punto, pero formula como objeto central, exclusivo de la psicosociología todos los fenómenos relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados según su génesis, su estructura y su función. Los primeros consisten en sistemas de representaciones y de actitudes; a ellos se refieren todos los fenómenos familiares de prejuicios sociales o raciales, de estereotipos, de creencias, etc. Expresan una representación social que individuos y grupos se forman para actuar y comunicar. Son estas representaciones las que dan forman a esta realidad mitad física y mitad imaginaria que es la realidad social. Por lo que hace a los fenómenos de comunicación social, estos designan los intercambios de lenguajes lingüísticos entre individuos y grupos. Se trata de medios empleados para transmitir una información determinada e influir sobre los demás.
Sostiene además que la psicología social es la ciencia de los fenómenos de la comunicación y de los fenómenos de la ideología. Agrega que ningún límite preciso separa a la psicología social de otros campos de la psicología, al igual que en otras divisiones de la psicología comparten un mismo interés por las interacciones humanas y los grupos humanos. Concluye que la psicología social no se distingue tanto por su territorio como por el enfoque que le es propio. Esta psicología utiliza una lectura binaria que corresponde a la separación del sujeto y del objeto. Entiendo al sujeto no como un individuo sino como una colectividad y al objeto como poseedor de un valor social, representando un interés o una institución. En todos los casos nos encontraríamos ante un sujeto y un objeto diferenciado según criterios económicos o políticos, éticos o históricos. Además se desea saber como la acción de cada individuo, provista de sus propios intereses y metas se transforma en una acción colectiva.
También existe una visión psicosocial que traduce por una lectura ternaria de los hechos y relaciones, su particularidad consiste en sustituir la relación a dos términos (sujeto y objeto), por una relación en clave de tres términos, sujeto individual – sujeto social – objeto, (Ego – Alter – objeto). Esta relación de sujeto a sujeto en su relación con el objeto puede concebirse de manera estática (co-presencia) o dinámica (interacción), que se traduce en modificaciones que afectan el pensamiento y el comportamiento de cada individuo.
A este respecto se puede distinguir dos mecanismos la facilitación social por una parte y la influencia social por la otra. La primera consiste en que la simple presencia de un individuo o grupo haga que un individuo prefiera o aprenda con mayor facilidad las respuestas familiares y las menos originales, mientras que la segunda consiste en que un individuo sometido a la presión de una autoridad o de un grupo adopte las opiniones y las conductas de dicha autoridad o grupo. Esto lleva a definir con mayor precisión la manera en que se puede considerar el Alter (individuo o grupo), para analizar las relaciones con la realidad, con el objeto social o no social, real o simbólico. Nos encontramos ya sea ante otro similar, un Alter- Ego o ya sea ante otro diferente, un Alter sin más. Dependiendo de que se trate del primero o del segundo consideramos fenómenos distintos. Los dos mecanismos psicosociales fundamentales, el de comparación social y el de reconocimiento social, corresponden a dos maneras de percibir al otro en el campo social. El autor destaca dos obstáculos epistemológicos: el primero consiste en la opinión bastante difundida según la cual hay que agregar un suplemento espiritual a los fenómenos sociales. Esto significa que se debe explorar el aspecto subjetivo de los acontecimientos de la realidad objetiva. Por realidad objetiva debemos comprender la realidad económica y social, entonces volvemos a la psicología social y se le pide que comprenda lo que la gente piensa y siente. El segundo obstáculo guarda una simetría perfecta con el primero. Es sabido que la psicología estudia una suma impresionante de fenómenos: la percepción, el razonamiento, la ansiedad, el desarrollo infantil, etc, pero los estudia en el individuo aislado, como si fuese autista. También señala Moscovisi, que el individuo por estar aislado no deja de pertenecer a un grupo, a una clase social, y sus reacciones son influenciadas por esta pertenencia; la sociedad está ahí.
La psicología social analiza y explica los fenómenos que son simultáneamente psicológicos y sociales. Este es el caso de las comunicaciones de masas, del lenguaje, de las influencias que ejercemos los uno sobre los otros de las imágenes y signos en general, de las representaciones sociales que compartimos y así sucesivamente.
El autor señala tres tipos de teorías que conviene distinguir:
Las teorías paradigmáticas, cuyo papel esencial consiste en proponer una visión global de las relaciones y comportamientos humanos.
Las teorías fenomenológicas generalmente intentan describir y explicar una familia de fenómenos conocidos y muy conocidos; cada teoría responde a dos preguntas: ¿Cómo? y ¿Por qué?. Y al hacerlo todas ellas abrigan la ambición de revelar la causa de un cierto número de efectos.
Las teorías operatorias, tratan de llegar a un mecanismo elemental, desconocido hasta entonces y que explica un conjunto de hechos. También preven hechos nuevos y sorprendentes.
Los tres tipos de teorías coexisten dentro de la psicología social.
Según Moscovisi existen dos métodos de verificación de las teorías y de observación de las realidades: el método de observación sistemática y el método experimental.
El método de observación consiste en una investigación llevada a cabo sobre el terreno, es el mejor método para comprender la vida del individuo y del grupo simultáneamente en varios campos (religioso, político, cultural, etc.), y sus conexiones. Para evitar las el inconveniente de que las personas sometidas a investigaciones sepan que son observadas, el instrumento más apropiado son las encuestas. El análisis de los resultados es la parte más delicada, pues dependen en gran parte de la finura de la descripción y del don de la persona que la lleva a cabo.
El método experimental intenta de provocar una serie de reacciones en condiciones determinadas de ante mano, por una parte delimita las causas y por la otra prevé los efectos.
La investigación experimental requiere dos factores: el factor que el experimentador varía sistemáticamente recibe el nombre de variable independiente. El comportamiento resultante de la manipulación experimental es denominado variable dependiente. Para dominar la relación entre dos variables, el investigador se ve obligado a trabajar en un laboratorio.
En psicología social se utilizan cómplices, estos son individuos parecidos a los que participan en la experiencia y que deben hacer lo que hacen los otros, pero en realidad han recibido instrucciones con anterioridad. El primer método marco los inicios de nuestra ciencia el segundo predomina en su estado actual.
Según Rubio, la psicología social es un estilo peculiar de acercarse a los fenómenos sociales y que en el transcurso de su historia se han vertido diversos modelos teóricos y aproximaciones metodológicas. Opina que esta disciplina es una forma de analizar la conducta humana y para determinar los aspectos claves de este modo de análisis es necesario examinar el proceso histórico que da lugar a la configuración de esta modalidad de conocimiento.
Al interés por el pasado en atención al presente lo denomina orientación presentista y que cumplirá las siguientes funciones:
Establecer la identidad de la disciplina.
Justificar nuestra investigación actual, y
Aprender del pasado lo que es útil y no merece atención.
La psicología social basa su entidad en un estilo de análisis, fundamentalmente el psicólogo social centra su interés en aquellos fenómenos basados en la existencia de una continúa y mutua influencia y relación entre individuo y sociedad, es decir, la lógica que guía los fenómenos de que se ocupa y la manera de encararlos teórica y metodológicamente es la interdependencia. Par dar cuenta de esta interdependencia es necesario tener en cuenta tres elementos fundamentales que el autor considera como sigue:
La estructura social en la que tiene lugar la interacción.
Los nexos que mediatizan la influencia de la estructura social sobre la interacción.
Los procesos psicológicos por medio de los cuales, los determinantes sociales influyen en las personas individuales, que en definitiva son las que hacen posible la interacción.
Al ocuparse Parsons del estudio de la interacción, la describe como un proceso de lo que ocurre dentro de una unidad actuante (sea una persona o una colectividad) y lo que ocurre entre tales unidades. La psicología social puede ser definida como el estudio científico de los procesos psicosociales implicados en la génesis, desarrollo y consecuencia del comportamiento interpersonal.
La psicología social es la ciencia del conflicto entre el individuo y la sociedad, sostiene Moscovisi. En cuanto, a su objeto dice que no existe unanimidad en este punto, pero formula como objeto central, exclusivo de la psicosociología todos los fenómenos relacionados con la ideología y la comunicación, ordenados según su génesis, su estructura y su función. Los primeros consisten en sistemas de representaciones y de actitudes; a ellos se refieren todos los fenómenos familiares de prejuicios sociales o raciales, de estereotipos, de creencias, etc. Expresan una representación social que individuos y grupos se forman para actuar y comunicar. Son estas representaciones las que dan forman a esta realidad mitad física y mitad imaginaria que es la realidad social. Por lo que hace a los fenómenos de comunicación social, estos designan los intercambios de lenguajes lingüísticos entre individuos y grupos. Se trata de medios empleados para transmitir una información determinada e influir sobre los demás.
Sostiene además que la psicología social es la ciencia de los fenómenos de la comunicación y de los fenómenos de la ideología. Agrega que ningún límite preciso separa a la psicología social de otros campos de la psicología, al igual que en otras divisiones de la psicología comparten un mismo interés por las interacciones humanas y los grupos humanos. Concluye que la psicología social no se distingue tanto por su territorio como por el enfoque que le es propio. Esta psicología utiliza una lectura binaria que corresponde a la separación del sujeto y del objeto. Entiendo al sujeto no como un individuo sino como una colectividad y al objeto como poseedor de un valor social, representando un interés o una institución. En todos los casos nos encontraríamos ante un sujeto y un objeto diferenciado según criterios económicos o políticos, éticos o históricos. Además se desea saber como la acción de cada individuo, provista de sus propios intereses y metas se transforma en una acción colectiva.
También existe una visión psicosocial que traduce por una lectura ternaria de los hechos y relaciones, su particularidad consiste en sustituir la relación a dos términos (sujeto y objeto), por una relación en clave de tres términos, sujeto individual – sujeto social – objeto, (Ego – Alter – objeto). Esta relación de sujeto a sujeto en su relación con el objeto puede concebirse de manera estática (co-presencia) o dinámica (interacción), que se traduce en modificaciones que afectan el pensamiento y el comportamiento de cada individuo.
A este respecto se puede distinguir dos mecanismos la facilitación social por una parte y la influencia social por la otra. La primera consiste en que la simple presencia de un individuo o grupo haga que un individuo prefiera o aprenda con mayor facilidad las respuestas familiares y las menos originales, mientras que la segunda consiste en que un individuo sometido a la presión de una autoridad o de un grupo adopte las opiniones y las conductas de dicha autoridad o grupo. Esto lleva a definir con mayor precisión la manera en que se puede considerar el Alter (individuo o grupo), para analizar las relaciones con la realidad, con el objeto social o no social, real o simbólico. Nos encontramos ya sea ante otro similar, un Alter- Ego o ya sea ante otro diferente, un Alter sin más. Dependiendo de que se trate del primero o del segundo consideramos fenómenos distintos. Los dos mecanismos psicosociales fundamentales, el de comparación social y el de reconocimiento social, corresponden a dos maneras de percibir al otro en el campo social. El autor destaca dos obstáculos epistemológicos: el primero consiste en la opinión bastante difundida según la cual hay que agregar un suplemento espiritual a los fenómenos sociales. Esto significa que se debe explorar el aspecto subjetivo de los acontecimientos de la realidad objetiva. Por realidad objetiva debemos comprender la realidad económica y social, entonces volvemos a la psicología social y se le pide que comprenda lo que la gente piensa y siente. El segundo obstáculo guarda una simetría perfecta con el primero. Es sabido que la psicología estudia una suma impresionante de fenómenos: la percepción, el razonamiento, la ansiedad, el desarrollo infantil, etc, pero los estudia en el individuo aislado, como si fuese autista. También señala Moscovisi, que el individuo por estar aislado no deja de pertenecer a un grupo, a una clase social, y sus reacciones son influenciadas por esta pertenencia; la sociedad está ahí.
La psicología social analiza y explica los fenómenos que son simultáneamente psicológicos y sociales. Este es el caso de las comunicaciones de masas, del lenguaje, de las influencias que ejercemos los uno sobre los otros de las imágenes y signos en general, de las representaciones sociales que compartimos y así sucesivamente.
El autor señala tres tipos de teorías que conviene distinguir:
Las teorías paradigmáticas, cuyo papel esencial consiste en proponer una visión global de las relaciones y comportamientos humanos.
Las teorías fenomenológicas generalmente intentan describir y explicar una familia de fenómenos conocidos y muy conocidos; cada teoría responde a dos preguntas: ¿Cómo? y ¿Por qué?. Y al hacerlo todas ellas abrigan la ambición de revelar la causa de un cierto número de efectos.
Las teorías operatorias, tratan de llegar a un mecanismo elemental, desconocido hasta entonces y que explica un conjunto de hechos. También preven hechos nuevos y sorprendentes.
Los tres tipos de teorías coexisten dentro de la psicología social.
Según Moscovisi existen dos métodos de verificación de las teorías y de observación de las realidades: el método de observación sistemática y el método experimental.
El método de observación consiste en una investigación llevada a cabo sobre el terreno, es el mejor método para comprender la vida del individuo y del grupo simultáneamente en varios campos (religioso, político, cultural, etc.), y sus conexiones. Para evitar las el inconveniente de que las personas sometidas a investigaciones sepan que son observadas, el instrumento más apropiado son las encuestas. El análisis de los resultados es la parte más delicada, pues dependen en gran parte de la finura de la descripción y del don de la persona que la lleva a cabo.
El método experimental intenta de provocar una serie de reacciones en condiciones determinadas de ante mano, por una parte delimita las causas y por la otra prevé los efectos.
La investigación experimental requiere dos factores: el factor que el experimentador varía sistemáticamente recibe el nombre de variable independiente. El comportamiento resultante de la manipulación experimental es denominado variable dependiente. Para dominar la relación entre dos variables, el investigador se ve obligado a trabajar en un laboratorio.
En psicología social se utilizan cómplices, estos son individuos parecidos a los que participan en la experiencia y que deben hacer lo que hacen los otros, pero en realidad han recibido instrucciones con anterioridad. El primer método marco los inicios de nuestra ciencia el segundo predomina en su estado actual.
Según Rubio, la psicología social es un estilo peculiar de acercarse a los fenómenos sociales y que en el transcurso de su historia se han vertido diversos modelos teóricos y aproximaciones metodológicas. Opina que esta disciplina es una forma de analizar la conducta humana y para determinar los aspectos claves de este modo de análisis es necesario examinar el proceso histórico que da lugar a la configuración de esta modalidad de conocimiento.
Al interés por el pasado en atención al presente lo denomina orientación presentista y que cumplirá las siguientes funciones:
Establecer la identidad de la disciplina.
Justificar nuestra investigación actual, y
Aprender del pasado lo que es útil y no merece atención.
La psicología social basa su entidad en un estilo de análisis, fundamentalmente el psicólogo social centra su interés en aquellos fenómenos basados en la existencia de una continúa y mutua influencia y relación entre individuo y sociedad, es decir, la lógica que guía los fenómenos de que se ocupa y la manera de encararlos teórica y metodológicamente es la interdependencia. Par dar cuenta de esta interdependencia es necesario tener en cuenta tres elementos fundamentales que el autor considera como sigue:
La estructura social en la que tiene lugar la interacción.
Los nexos que mediatizan la influencia de la estructura social sobre la interacción.
Los procesos psicológicos por medio de los cuales, los determinantes sociales influyen en las personas individuales, que en definitiva son las que hacen posible la interacción.
Al ocuparse Parsons del estudio de la interacción, la describe como un proceso de lo que ocurre dentro de una unidad actuante (sea una persona o una colectividad) y lo que ocurre entre tales unidades. La psicología social puede ser definida como el estudio científico de los procesos psicosociales implicados en la génesis, desarrollo y consecuencia del comportamiento interpersonal.
martes, 30 de octubre de 2007
miércoles, 17 de octubre de 2007
Ejemplo de experimento :la "Caja de Skinner"
En esta dirección podrás encontrar un ejemlo de un experimento conocido como la "Caja de Skinner"
http://www.youtube.com/watch?v=-U_4VPs7REY
http://www.youtube.com/watch?v=-U_4VPs7REY
martes, 16 de octubre de 2007
PROGRAMA ACADÉMICO DE PSICOLOGÍA SOCIAL
Procesos de influencia social: Conformidad social, Análisis de la conformidad, obediencia social, innovación social. Minorías. Representaciones sociales: morfogénesis y transformación de las representaciones sociales. Actitud como constructor: el carácter de la influencia social. Persuasión. Cambio de actitud: variables. Noveles de cambio. Campo grupal. Niveles de interacción grupal. Liderazgo. Altruismo y conflicto social.
La conformidad social: factores que influyen en el análisis teórico del problema. La obediencia social, las experiencias de Milgran. Innovación e influencia e influencia de las minorías.
Conflicto y cooperación: el homo economicus y la maximización del propio interés. ¿Cuanto cooperan los hombres? La sociabilización del homo economicus.
El fenómeno de la agresividad humana: naturaleza de la agresividad. Teorías del origen y la naturaleza de la agresión. Etología. Psicoanálisis, sociologismos. Sociedad y agresión. Análisis de violencia de los medios de comunicación social..
La teoría de la atribución y el fenómeno del prejuicio y la discriminación.
La masificación y la fragmentación social. Individuo- masa. Experiencia cotidiana de las masas. Psicología de las masas, la social muchedumbre y la densidad. Medios de comunicación y cultura de masas.
BIOFRAFIA DE SKINNER
Burrhus Frederic Skinner nace en un pequeño pueblo de Pennsylvania llamado Susquehanna, el 20 de marzo de 1904. Su padre era un abogado y su madre una fuerte e inteligente ama de casa. Durante su crecimiento fue matizado con la idea del trabajo duro y las costumbres muy tradicionales (Boeree, 1997). B. F había sido un niño muy activo, niño extrovertido que adoraba el estar al aire libre y construir cosas, y disfrutaba, igualmente, la escuela; sin embargo, su vida no estuvo exenta de tragedias. Específicamente, su hermano a la edad de 16 años muere de un aneurisma en el cerebro (Boeree, 1997). Asistió a la Universidad de Hamilton en Nueva York, esperando ser narrador y poeta. En ese tiempo, sólo tomó un curso en psicología, el cual era impartido por William Squires, pero lo único que Burrhus recordaba del curso era la demostración de Squires del umbral de discriminación de dos puntos (Hothersall, 1997). Asimismo, por lo general no encajó muy bien allí, no disfrutaba para nada las fiestas de la fraternidad o los juegos de fútbol. Escribe para el periódico escolar con el seudónimo de Sir Burrhus de Beerus (Hothersall, 1997), incluyendo artículos criticando a su propia escuela, la facultad, e incluso a la fraternidad Phi Beta Kappa. Además, era un ateo en una escuela que requería asistencia a las misas (Boeree, 1997). En 1926 se gradúa con honores Phi Beta Kappa (Hothersall, 1997). Con la idea de desarrollarse como poeta y narrador, luego de graduarse, construye un estudio en el ático de la casa de sus padres para concentrarse, pero en realidad nunca fue así (Boeree, 1997). Posteriormente, escribe artículos periodísticos sobre problemas laborales, y vive en la Villa Greenwich en Nueva York como bohemio. Luego de viajar algunas veces y haber leído el libro de Pavlov, Reflejos condicionados, decidió que su futuro estaba en la psicología, especialmente en el condicionamiento (Hothersall, 1997), por lo que decidió regresar a la universidad, esta vez a Harvard. Se gradúa con su maestría en psicología en 1930 y su doctorado en 1931. Luego, se queda allí para realizar investigaciones por cinco años más (Boeree, 1997), trabajando como asistente en el laboratorio de biología del profesor Crouzuer (DiCaprio, 1997). En 1936, se muda a Minneapolis para dictar clases en la Universidad de Minnesota. Es aquí donde conoce a su futura esposa Yvonne Blue. Tuvieron dos hijas, una de ellas, la menor, se convierte en la primera infante criada en una de las invenciones de Skinner, la camita de aire. Sin embargo, no era más que la combinación de una camita de niño con lados de vidrios y aire acondicionado, se parecía mucho a tener un niño en un acuario (Boeree, 1997). En 1938 publica su primer libro importante, The Behavior of Organisms (DiCaprio, 1997). En 1945, es designado director del departamento de psicología en la Universidad de Indiana. En 1948, es invitado a regresar a Harvard, donde trabajaría el resto de su vida. Era un hombre muy activo, haciendo investigación y guiando cientos de estudiantes para conseguir su doctorado y; por supuesto, escribiendo muchos libros (Boeree, 1997), entre los que se pueden mencionar Cumulative record, Manual de la conducta operante, Terapia conductual, y descubrimientos empíricos, A primer of operant conditioning (DiCaprio, 1997), Disfrutando la edad adulta publicado en 1983 (Hothersall, 1997). Skinner muere de leucemia el 18 de agosto de 1990 (Boeree, 1997)
BIOGRAFIA DE BLEGER
En 1958, José Bleger, un todavía no muy conocido psiquiatra santigueño, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y del Partido Comunista Argentino (PCA), publicaba a través de la editorial Paidós el libro Psicoanálisis y dialéctica materialista. Allí intentaba examinar el psicoanálisis para depurarlo de sus imperfecciones teóricas y fundar en él una nueva psicología. Su operación iba en sentido contrario de la de Wilhelm Reich, que treinta años antes había tratado de sexualizar la política valiéndose del psicoanálisis. Bleger, en cambio, siguiendo las huellas de Politzer, se proponía des-sexualizar el psicoanálisis para construir una psicología que fuera compatible con el materialismo dialéctico.[1] Si bien esa tarea recién se completaría en Psicología de la conducta, publicada en 1963, su obra anterior permite apreciar mejor el proceso de construcción y legitimación de la trama discursiva que implicaría el proyecto blegeriano, de la cual en su trabajo posterior sólo puede verse el resultado final, de una manera más apretada y con el estilo de un manual. En Psicoanálisis y dialéctica materialista ya se encontraban esbozadas tres preguntas que muy claramente atravesarían la obra de nuestro autor: qué es la psicología, qué es un psicólogo, y cómo se articulan la teoría y la praxis psicológica, la disciplina y la profesión. Las tres preguntas las respondería incluyendo de manera central al psicoanálisis e influido por su ideología marxista. Si bien su propósito explícito era el de brindar la posibilidad de nuevos caminos “a los que se inician en la psicología y la psiquiatría” (p. 10), a lo largo de poco menos de doscientas páginas no se terminaba de identificar categóricamente como psiquiatra, como psicoanalista ni como marxista. Lo verdaderamente llamativo es que para enunciar su discurso se posicionaba claramente dentro de la psicología, apostando a un campo académico incipiente en el marco del cual sería una figura casi excluyente durante cerca de dos décadas. En tal sentido, nos interesa explorar los efectos que tuvo esta obra en la conformación de ese campo, cuya pluralidad inicial aparece hoy empañada por la hegemonía que más tarde logró el psicoanálisis, que se impuso de una forma tan rápida como generalizada. Con ese fin, seguiremos algunos de los múltiples debates que tuvieron lugar después de la publicación del libro, poniendo el énfasis en sus implicancias para la construcción de esa nueva psicología “de base psicoanalítica” más que en los aspectos ideológicos de las disputas que, en gran medida, se situaron en el seno del marxismo vernáculo.
En definitiva, examinaremos las circunstancias que posibilitaron que Bleger no llegara en 1959 a la carrera de psicología de la UBA como un cuasi ignoto psiquiatra santiagueño que daba clases en Rosario, sino como un miembro de la APA que había adquirido relevancia y visibilidad, entre otras cosas, a través de una serie de polémicas de carácter público, que llegaron incluso a trascender más allá del Atlántico. Por otra parte, ese libro que traía bajo el brazo (su carta de presentación a la hora de hacerse cargo de la cátedra de Introducción a la Psicología en 1959), fue lo que le valió, además de un progresivo alejamiento del PCA y el recelo de la APA, la adhesión de los estudiantes de las flamantes carreras de psicología, que nunca fueron afines a las ortodoxias institucionalizadas. Ellos estuvieron más que dispuestos a recibir con los brazos abiertos a alguien que, de manera carismática, les ofrecía una versión del psicoanálisis articulable con otros saberes en boga y, por sobre todo, con un claro compromiso político.
Este trabajo va en la misma dirección de otros en los que ya hemos postulado que, en el corto período entre la creación de las carreras de psicología, a fines de los ‘50, y mediados de los años ’60 se produjeron en nuestro país diversas confrontaciones y disputas (no sólo teóricas) en el campo de la psicología, cuyo resultado sería determinante para el desarrollo de la disciplina y la profesión hasta nuestros días (Dagfal, 1998).
Psicoanálisis y dialéctica materialista
El libro de Bleger, publicado por la editorial Paidós en 1958 y reeditado en 1963, fue recibido con fría indiferencia por la comunidad psicoanalítica, pero generó un profundo malestar en el seno de la izquierda ortodoxa, lo cual señalaría el inicio de un camino sin retorno que, años más tarde, culminaría con la expulsión de su autor de las filas del Partido Comunista (Vezzetti, 1991 y 1998; Ulloa, 1992; L. Bleger, 1992).[2] Al igual que Bleger con Freud, no nos proponemos hacer un análisis ideológico del libro, sino un estudio histórico de los elementos discursivos que empezaron a definir esta particular concepción de una “psicología psicoanalítica”, cuya pregnancia en el medio académico argentino llega hasta nuestros días. Ya desde el prólogo, Bleger dejaba en claro tanto su carácter de discípulo de Enrique Pichon Rivière como la importancia de “la ideología personal” en la escritura de una obra que definía como introductoria al psicoanálisis. A su vez la concebía, en tono autobiográfico, como el fruto de “seis o siete años dedicados totalmente a estudiar, investigar, aprender y utilizar el psicoanálisis en todas las direcciones de la práctica más exigente: libros, clases, seminarios, tarea terapéutica, enseñanza y el propio psicoanálisis.” (p. 9). Esta cita aporta datos de no poca importancia, ya que marca desde un principio el lugar que asignaba Bleger a la práctica analítica (ya sea en el rol de analista o en el de paciente) como algo indisociable de la enseñanza, el estudio y la investigación del psicoanálisis, del mismo modo que, en consonancia con sus ideas marxistas, la teoría no podía permanecer separada de la praxis. En la introducción, titulada “Epistemología y psicoanálisis”, nuestro autor se proponía examinar los “a priori conceptuales” con los que trabajó Freud, la estructura de los supuestos con los que elaboró su teoría, lo que definía, en términos pichonianos, como su “esquema referencial”. Esta tarea no era emprendida como una especulación in abstracto, sino “como exigencia del trabajo en el campo operacional concreto”, que reclamaba la utilización del materialismo dialéctico para hacer “más lúcida la experiencia misma” (p. 20). Considerando que la dialéctica ya estaba presente en los hechos del campo operacional del psicoanálisis, Bleger pretendía utilizar el materialismo dialéctico como herramienta de abordaje. No obstante, su objetivo no era interrogarlo en tanto fenómeno social e ideológico, según una tradición de larga data en el marxismo, sino estudiarlo como campo específico de conocimiento que incluía aspectos epistemológicos que le eran inherentes. Para él, el psicoanálisis era “básica y fundamentalmente una psicología” que debía “ser estudiada como tal y en la práctica concreta.” (p. 26). Como toda teoría –y en particular como toda teoría psicológica– implicaba un trasfondo ideológico, con cuya crítica podía quedar satisfecho el marxista, a condición de que no fuera psicólogo. Sin embargo, apoyándose en citas de Marx, Engels, Lenin y Mao, consideraba que el “psicólogo marxista” debía ir más allá de esa posición de observador externo: estaba obligado a “entrar” en la psicología psicoanalítica, ya que “el psicoanálisis no se supera declarándolo falso, negativo, irracional o idealista; sólo puede ser superado dialécticamente con el ‘Aufhebung’ hegeliano” (p. 27). De este modo, no alcanzaba con negarlo redondamente, sino que era menester asimilarlo de manera crítica para poder llegar finalmente a una síntesis superior, y a esta tarea dedicaría Bleger gran parte de su vida.
En el primer capítulo de su libro, dedicado al filósofo húngaro-francés –y héroe de la resistencia– Georges Politzer, de manera un tanto forzada lo ubicaba como psicólogo, pese a que sería difícil referirse a él en esos términos, ya que sólo se dedicó específicamente a la psicología en los primeros años de su obra (1924-1929).
Psicólogo no fue en él nunca sinónimo de gabinete o de tejedor de especulaciones. Tampoco fue el psicólogo de técnica o de profesión, sino más bien el crítico de la psicología y el psicólogo de una vida vivida con plenitud (p. 30).
En todo caso, si algo lo autorizaba a calificar a Politzer de “psicólogo”, era su profunda crítica del psicoanálisis y las psicologías de su época, que en su obra temprana había estado destinada a fundamentar el proyecto de una psicología científica concreta (que sugestivamente dejaría inconcluso luego de su adscripción al comunismo). Bleger trató de condensar estas dos etapas haciendo de él, retrospectivamente, un ejemplo de “psicólogo y militante”, cuando en rigor de verdad ambos roles no se habían dado de manera simultánea sino sucesiva, y difícilmente podían conciliarse sin caer en una contradicción histórica. Para Bleger, empero, no había contradicción sino continuidad a lo largo de la obra politzeriana. En la primera etapa se había enfrentado con “la psicología que encierra, inaugura y desarrolla el psicoanálisis”, mientras que en la segunda, su trabajo se había centrado en la “ubicación filosófica y política del psicoanálisis, con la crítica a su sociología y a su contenido ideológico” (p. 31). De este modo, entre el Politzer de 1928 y el de 1939, entre la Critique des fondements de la psychologie y “Le fin de la psychanalyse”, no había contradicción sino continuidad de enfoques complementarios. En todo caso, la segunda etapa no era más que una superación dialéctica de la primera, una “negación constructiva”.[3]
Curiosamente, nuestro autor también se definía a sí mismo como psicólogo, un tanto elípticamente y de manera impersonal:
Es fácil negar todo en la psicología, pero no se es psicólogo estando fuera del trabajo concreto en la psicología, ni se es tampoco psicólogo porque se tenga razón en lo que se rechaza o se niega; se es psicólogo en lo que se afirma y sostiene en una tarea desarrollada prácticamente dentro del terreno mismo de la psicología. (p. 100).
Considerando la trayectoria de Bleger, que él mismo se había encargado de destacar en el prólogo, y la tarea que se proponía desarrollar en este libro, más que una identidad profesional parecía estar definiendo su propio lugar de enunciación, legitimándose para hablar de la psicología desde una posición que no implicara extraterritorialidad. De otro modo, resultaría difícil de explicar este interés prematuro por la definición del psicólogo, si se tiene en cuenta que en el momento en que escribía estas líneas recién estaban ingresando los primeros estudiantes en la carrera de psicología de Rosario (la primera en crearse en el país, en 1956), por lo que el debate sobre esa cuestión recién se iba a plantear cuatro o cinco años más tarde. De cualquier manera, sería precisamente ese tema el que generaría el mayor rechazo de psiquiatras como Lértora y Cabral, que se opondrían taxativamente a esta necesidad de “meterse” en el campo operacional de la psicología y el psicoanálisis para poder criticarlos. Sin embargo, Bleger se refería a Politzer como psicólogo, pese a que, según vimos, nunca había ejercido la psicología de manera práctica sino que la había criticado desde el plano teórico, lo cual deja en claro que, en ese momento, su utilización del término “psicólogo” respondía más a una estrategia discursiva que a una clara concepción profesional.
La tarea emprendida por Politzer en la Critique implicaba para nuestro autor extraer lo que había de real en el psicoanálisis, más allá del idealismo de sus supuestos teóricos. En cierto modo, así como Lenin, siguiendo a Marx, había planteado que era necesario “poner a Hegel de pie” (ya que en virtud de su idealismo y sus postulados clasistas estaba “patas para arriba”), el filósofo húngaro-francés había iniciado un enderezamiento de Freud que era necesario completar. Esa rectificación del psicoanálisis había comenzado por poner de manifiesto lo que tenía de concreto, rechazando la realidad ontológica de entidades tales como “la vida interior” o “el inconsciente”. Históricamente, el saber psicológico clásico se había diferenciado del saber práctico por haber ignorado la realidad concreta, suplantándola por una segunda realidad compuesta por funciones psíquicas que se constituían en herederas del alma. Esta trasposición del plano de lo real al de lo espiritual se había dado a través del “realismo, la abstracción y el formalismo”, que triplemente traicionaban la realidad concreta. El realismo daba un ser a las entidades constitutivas de la supuesta “vida interior”; la abstracción sustituía “la realidad por actores impersonales”, y el formalismo retenía la forma, pero la vaciaba “de contenido individual”. (p. 45). No obstante, Politzer veía en la psicología moderna un abandono de esos vicios; en particular, en el psicoanálisis, el conductismo y la Gestalttheorie (a los que Bleger agregaba, un poco tímidamente y casi por compromiso, la reflexología), por lo que, para fundamentar su proyecto, pretendía dedicar un tomo a la crítica de cada una de esas corrientes. En el tomo dedicado al psicoanálisis –el único que llegaría a escribir–, propuso el drama como objeto concreto para una psicología científica, en reemplazo de la conducta, que “descarnada de todo lo humano” y “considerada mecánicamente” había derivado en una fisiología (p. 37). Más allá de sus resonancias románticas, en su acepción politzeriana (no del todo precisa) el concepto de drama englobaba tanto la conducta como la vida interior, e implicaba tomar los hechos psicológicos en primera persona, como segmentos de la vida de un individuo particular, que, como tales, eran inseparables de aquélla. Este concepto venía a responder de manera afirmativa a una pregunta fundamental por la necesidad de la existencia de la psicología misma: “¿Hay un conjunto de hechos reales que justifican la introducción de una ciencia psicológica en el conjunto de las ciencias que se ocupan del hombre?” (pp. 38-39). A su vez, rechazaba todo “animismo” que pudiera leerse detrás de esta definición. Lo verdaderamente relevante no eran los datos de la conciencia (mediatos o inmediatos) ni una original forma de la percepción (interna o externa) sino los hechos reales y concretos. Sin embargo, también era necesario situar el drama en su determinación estructural, ya que según Politzer,
En definitiva, examinaremos las circunstancias que posibilitaron que Bleger no llegara en 1959 a la carrera de psicología de la UBA como un cuasi ignoto psiquiatra santiagueño que daba clases en Rosario, sino como un miembro de la APA que había adquirido relevancia y visibilidad, entre otras cosas, a través de una serie de polémicas de carácter público, que llegaron incluso a trascender más allá del Atlántico. Por otra parte, ese libro que traía bajo el brazo (su carta de presentación a la hora de hacerse cargo de la cátedra de Introducción a la Psicología en 1959), fue lo que le valió, además de un progresivo alejamiento del PCA y el recelo de la APA, la adhesión de los estudiantes de las flamantes carreras de psicología, que nunca fueron afines a las ortodoxias institucionalizadas. Ellos estuvieron más que dispuestos a recibir con los brazos abiertos a alguien que, de manera carismática, les ofrecía una versión del psicoanálisis articulable con otros saberes en boga y, por sobre todo, con un claro compromiso político.
Este trabajo va en la misma dirección de otros en los que ya hemos postulado que, en el corto período entre la creación de las carreras de psicología, a fines de los ‘50, y mediados de los años ’60 se produjeron en nuestro país diversas confrontaciones y disputas (no sólo teóricas) en el campo de la psicología, cuyo resultado sería determinante para el desarrollo de la disciplina y la profesión hasta nuestros días (Dagfal, 1998).
Psicoanálisis y dialéctica materialista
El libro de Bleger, publicado por la editorial Paidós en 1958 y reeditado en 1963, fue recibido con fría indiferencia por la comunidad psicoanalítica, pero generó un profundo malestar en el seno de la izquierda ortodoxa, lo cual señalaría el inicio de un camino sin retorno que, años más tarde, culminaría con la expulsión de su autor de las filas del Partido Comunista (Vezzetti, 1991 y 1998; Ulloa, 1992; L. Bleger, 1992).[2] Al igual que Bleger con Freud, no nos proponemos hacer un análisis ideológico del libro, sino un estudio histórico de los elementos discursivos que empezaron a definir esta particular concepción de una “psicología psicoanalítica”, cuya pregnancia en el medio académico argentino llega hasta nuestros días. Ya desde el prólogo, Bleger dejaba en claro tanto su carácter de discípulo de Enrique Pichon Rivière como la importancia de “la ideología personal” en la escritura de una obra que definía como introductoria al psicoanálisis. A su vez la concebía, en tono autobiográfico, como el fruto de “seis o siete años dedicados totalmente a estudiar, investigar, aprender y utilizar el psicoanálisis en todas las direcciones de la práctica más exigente: libros, clases, seminarios, tarea terapéutica, enseñanza y el propio psicoanálisis.” (p. 9). Esta cita aporta datos de no poca importancia, ya que marca desde un principio el lugar que asignaba Bleger a la práctica analítica (ya sea en el rol de analista o en el de paciente) como algo indisociable de la enseñanza, el estudio y la investigación del psicoanálisis, del mismo modo que, en consonancia con sus ideas marxistas, la teoría no podía permanecer separada de la praxis. En la introducción, titulada “Epistemología y psicoanálisis”, nuestro autor se proponía examinar los “a priori conceptuales” con los que trabajó Freud, la estructura de los supuestos con los que elaboró su teoría, lo que definía, en términos pichonianos, como su “esquema referencial”. Esta tarea no era emprendida como una especulación in abstracto, sino “como exigencia del trabajo en el campo operacional concreto”, que reclamaba la utilización del materialismo dialéctico para hacer “más lúcida la experiencia misma” (p. 20). Considerando que la dialéctica ya estaba presente en los hechos del campo operacional del psicoanálisis, Bleger pretendía utilizar el materialismo dialéctico como herramienta de abordaje. No obstante, su objetivo no era interrogarlo en tanto fenómeno social e ideológico, según una tradición de larga data en el marxismo, sino estudiarlo como campo específico de conocimiento que incluía aspectos epistemológicos que le eran inherentes. Para él, el psicoanálisis era “básica y fundamentalmente una psicología” que debía “ser estudiada como tal y en la práctica concreta.” (p. 26). Como toda teoría –y en particular como toda teoría psicológica– implicaba un trasfondo ideológico, con cuya crítica podía quedar satisfecho el marxista, a condición de que no fuera psicólogo. Sin embargo, apoyándose en citas de Marx, Engels, Lenin y Mao, consideraba que el “psicólogo marxista” debía ir más allá de esa posición de observador externo: estaba obligado a “entrar” en la psicología psicoanalítica, ya que “el psicoanálisis no se supera declarándolo falso, negativo, irracional o idealista; sólo puede ser superado dialécticamente con el ‘Aufhebung’ hegeliano” (p. 27). De este modo, no alcanzaba con negarlo redondamente, sino que era menester asimilarlo de manera crítica para poder llegar finalmente a una síntesis superior, y a esta tarea dedicaría Bleger gran parte de su vida.
En el primer capítulo de su libro, dedicado al filósofo húngaro-francés –y héroe de la resistencia– Georges Politzer, de manera un tanto forzada lo ubicaba como psicólogo, pese a que sería difícil referirse a él en esos términos, ya que sólo se dedicó específicamente a la psicología en los primeros años de su obra (1924-1929).
Psicólogo no fue en él nunca sinónimo de gabinete o de tejedor de especulaciones. Tampoco fue el psicólogo de técnica o de profesión, sino más bien el crítico de la psicología y el psicólogo de una vida vivida con plenitud (p. 30).
En todo caso, si algo lo autorizaba a calificar a Politzer de “psicólogo”, era su profunda crítica del psicoanálisis y las psicologías de su época, que en su obra temprana había estado destinada a fundamentar el proyecto de una psicología científica concreta (que sugestivamente dejaría inconcluso luego de su adscripción al comunismo). Bleger trató de condensar estas dos etapas haciendo de él, retrospectivamente, un ejemplo de “psicólogo y militante”, cuando en rigor de verdad ambos roles no se habían dado de manera simultánea sino sucesiva, y difícilmente podían conciliarse sin caer en una contradicción histórica. Para Bleger, empero, no había contradicción sino continuidad a lo largo de la obra politzeriana. En la primera etapa se había enfrentado con “la psicología que encierra, inaugura y desarrolla el psicoanálisis”, mientras que en la segunda, su trabajo se había centrado en la “ubicación filosófica y política del psicoanálisis, con la crítica a su sociología y a su contenido ideológico” (p. 31). De este modo, entre el Politzer de 1928 y el de 1939, entre la Critique des fondements de la psychologie y “Le fin de la psychanalyse”, no había contradicción sino continuidad de enfoques complementarios. En todo caso, la segunda etapa no era más que una superación dialéctica de la primera, una “negación constructiva”.[3]
Curiosamente, nuestro autor también se definía a sí mismo como psicólogo, un tanto elípticamente y de manera impersonal:
Es fácil negar todo en la psicología, pero no se es psicólogo estando fuera del trabajo concreto en la psicología, ni se es tampoco psicólogo porque se tenga razón en lo que se rechaza o se niega; se es psicólogo en lo que se afirma y sostiene en una tarea desarrollada prácticamente dentro del terreno mismo de la psicología. (p. 100).
Considerando la trayectoria de Bleger, que él mismo se había encargado de destacar en el prólogo, y la tarea que se proponía desarrollar en este libro, más que una identidad profesional parecía estar definiendo su propio lugar de enunciación, legitimándose para hablar de la psicología desde una posición que no implicara extraterritorialidad. De otro modo, resultaría difícil de explicar este interés prematuro por la definición del psicólogo, si se tiene en cuenta que en el momento en que escribía estas líneas recién estaban ingresando los primeros estudiantes en la carrera de psicología de Rosario (la primera en crearse en el país, en 1956), por lo que el debate sobre esa cuestión recién se iba a plantear cuatro o cinco años más tarde. De cualquier manera, sería precisamente ese tema el que generaría el mayor rechazo de psiquiatras como Lértora y Cabral, que se opondrían taxativamente a esta necesidad de “meterse” en el campo operacional de la psicología y el psicoanálisis para poder criticarlos. Sin embargo, Bleger se refería a Politzer como psicólogo, pese a que, según vimos, nunca había ejercido la psicología de manera práctica sino que la había criticado desde el plano teórico, lo cual deja en claro que, en ese momento, su utilización del término “psicólogo” respondía más a una estrategia discursiva que a una clara concepción profesional.
La tarea emprendida por Politzer en la Critique implicaba para nuestro autor extraer lo que había de real en el psicoanálisis, más allá del idealismo de sus supuestos teóricos. En cierto modo, así como Lenin, siguiendo a Marx, había planteado que era necesario “poner a Hegel de pie” (ya que en virtud de su idealismo y sus postulados clasistas estaba “patas para arriba”), el filósofo húngaro-francés había iniciado un enderezamiento de Freud que era necesario completar. Esa rectificación del psicoanálisis había comenzado por poner de manifiesto lo que tenía de concreto, rechazando la realidad ontológica de entidades tales como “la vida interior” o “el inconsciente”. Históricamente, el saber psicológico clásico se había diferenciado del saber práctico por haber ignorado la realidad concreta, suplantándola por una segunda realidad compuesta por funciones psíquicas que se constituían en herederas del alma. Esta trasposición del plano de lo real al de lo espiritual se había dado a través del “realismo, la abstracción y el formalismo”, que triplemente traicionaban la realidad concreta. El realismo daba un ser a las entidades constitutivas de la supuesta “vida interior”; la abstracción sustituía “la realidad por actores impersonales”, y el formalismo retenía la forma, pero la vaciaba “de contenido individual”. (p. 45). No obstante, Politzer veía en la psicología moderna un abandono de esos vicios; en particular, en el psicoanálisis, el conductismo y la Gestalttheorie (a los que Bleger agregaba, un poco tímidamente y casi por compromiso, la reflexología), por lo que, para fundamentar su proyecto, pretendía dedicar un tomo a la crítica de cada una de esas corrientes. En el tomo dedicado al psicoanálisis –el único que llegaría a escribir–, propuso el drama como objeto concreto para una psicología científica, en reemplazo de la conducta, que “descarnada de todo lo humano” y “considerada mecánicamente” había derivado en una fisiología (p. 37). Más allá de sus resonancias románticas, en su acepción politzeriana (no del todo precisa) el concepto de drama englobaba tanto la conducta como la vida interior, e implicaba tomar los hechos psicológicos en primera persona, como segmentos de la vida de un individuo particular, que, como tales, eran inseparables de aquélla. Este concepto venía a responder de manera afirmativa a una pregunta fundamental por la necesidad de la existencia de la psicología misma: “¿Hay un conjunto de hechos reales que justifican la introducción de una ciencia psicológica en el conjunto de las ciencias que se ocupan del hombre?” (pp. 38-39). A su vez, rechazaba todo “animismo” que pudiera leerse detrás de esta definición. Lo verdaderamente relevante no eran los datos de la conciencia (mediatos o inmediatos) ni una original forma de la percepción (interna o externa) sino los hechos reales y concretos. Sin embargo, también era necesario situar el drama en su determinación estructural, ya que según Politzer,
BIOFRAFIA DE PAVLOV
Ivan Pavlov nació en una aldea pequeña en Rusia central. Su familia esperaba que él fuera sacerdote, estudiando en un seminario teologico. Después de la lectura de Charles Darwin, él encontró que le interesaban mas los temas cientificos y la teoria politica de izquierda; El estudio en la Universidad de St. Petersburgo, quimica y fisiologia, recibió su doctorato en 1879. Él continuó sus estudios y comenzó a hacer su propia investigación en los asuntos que lo interesaron como: circulación de la digestión y de la sangre. Su trabajo llegó a ser bien conocido, y lo designaron profesor de la fisiologia en la academia médica imperial.
El trabajo que hizo Pavlov en nombre de la psicologka comenzó realmente como estudio en la digestión. Él miraba el proceso digestivo en perros, especialmente la interacción entre la salivación y la acción del estómago. Sin la salivación, el estómago no conseguia el mensaje para comenzar a digerir. Pavlov deseó ver si los estimulos externos podrian afectar este proceso,asi, el experimento consistio en que: él sonó una alarma en el mismo tiempo que dio el alimento al perro . Después de un rato, los perros -- que antes solamente salivaban cuando veian y comian su alimento -- comenzaban a salivar cuando la alarma sonó, incluso si no habia alimento presente.
En Pavlov 1903 publico sus resultados llamando a esto un " reflejo condicionado, " que es diferente de un reflejo natural, tal como sacar una mano detras de una llama, en que tuvo que ser aprendido. Pavlov llamó este proceso de aprendizaje (en cual viene el sistema nervioso del perro asociar la alarma al alimento, por ejemplo) condicionado. " Él también encontró que el reflejo condicionado seria reprimido si el estimulo prueba " incorrecto " se presentaba demasiado a menudo.
El trabajo que hizo Pavlov en nombre de la psicologka comenzó realmente como estudio en la digestión. Él miraba el proceso digestivo en perros, especialmente la interacción entre la salivación y la acción del estómago. Sin la salivación, el estómago no conseguia el mensaje para comenzar a digerir. Pavlov deseó ver si los estimulos externos podrian afectar este proceso,asi, el experimento consistio en que: él sonó una alarma en el mismo tiempo que dio el alimento al perro . Después de un rato, los perros -- que antes solamente salivaban cuando veian y comian su alimento -- comenzaban a salivar cuando la alarma sonó, incluso si no habia alimento presente.
En Pavlov 1903 publico sus resultados llamando a esto un " reflejo condicionado, " que es diferente de un reflejo natural, tal como sacar una mano detras de una llama, en que tuvo que ser aprendido. Pavlov llamó este proceso de aprendizaje (en cual viene el sistema nervioso del perro asociar la alarma al alimento, por ejemplo) condicionado. " Él también encontró que el reflejo condicionado seria reprimido si el estimulo prueba " incorrecto " se presentaba demasiado a menudo.
BIOGRAFIA DE FREUD
Sigmund Freud (1856-1939)
Fue el fundador del psicoanálisis, conocido como el arqueólogo de la mente, nació en Viena (Austria) en 1856, hijo de un segundo matrimonio. Su padre era comerciante de lana, muy humilde, que vivía en una casa de una habitación. Era un ambiente familiar bastante confuso para Freud, donde su padre era muy viejo. Lo llamaba el niño dorado, y era el hijo preferido. Los estudios y la medicina fueron una constante en su vida, llegando a dominar 6 idiomas entre ellos el castellano que aprendió de pequeño para poder leer el Quijote. En sus estudios de Medicina, destacó su desinterés por la patología orgánica que como el refiere, estudio con mas o menos agradó pero le fascinó de manera irremediable todo lo relacionado con la mente y la psiquiatría.
Se enamoró a los 25 años de una amiga de su hermana, y llevo un romance victoriano. El era muy tímido, y no tenia experiencias sexuales. Freud la vio seis veces en cuatro años, pero le escribió mas de novecientas cartas de amor, donde la llamaba “ princesita” .
En 1884 empezó a estudiar la cocaína alcaloide de moda en esos tiempos en la época victoriana, donde los intelectuales encontraban su supuesta inspiración en dichas substancias. Freud se interesó por los aspectos médicos de esta, llegando a investigar sobre las aplicaciones medico/quirúrgicas como anestésico de la cocaina, su capacidad de simular cuadros psicóticos.
Estudio la histeria y otros trastornos del sistema nervioso. Se suponía que estas enfermedades era provocadas por un problema físico en el cerebro, pero un medico francés, Charcot, empezó a investigar a los pacientes, tratando de hinoptizarlos, pues la enfermedad estaba en la ideas grabadas en alguna parte de la mente, que mas tarde Freud, llamo el inconsciente.
Freud completó su formación medica en Paris junto a Charcot en la Sapètrière, posteriormente junto a otro medico mucho mas mayor que el: Breuer, analizó la afectividad de los procesos hipnóticos en los pacientes. Llegó a la conclusión que la metodología hipnótica sólo lograba paliar la sintomatología parcialmente ya que no era duradera, y se corrompía con facilidad si la relación con el terapeuta empeoraba. A partir de ese fiasco hipnótico Freud desarrolló la teoría de la represión semilla inicial del psicoanálisis actual, donde destacaba que no había que sumir al paciente en otro estado de conciencia.
Fue en su obra “estudio de un caso de histeria” o el sobrenombrado “el caso Ana O” donde Freud compartiendo el caso con Breurer demostró la suficiencia del sus investigaciones sobre represión y catarsis por la libre asociación de ideas, semilla del psicoanlisis. El descubrimiento del psicoanálisis, en su amplitud revolucionaria le costó el alejamiento de compañeros y amigos como Breurer y el enfrentamiento de una sociedad clásica como la Vienesa que no aprobaba sus teorías ya que la sexualidad (aspecto muy presente en las teorías de Freud) era un tema tabú por aquel entonces.
Con el tiempo llego a la conclusión que el origen de todos estos problemas, son conflictos infantiles relacionados con el sexo. El origen sexual era el motor de fantasías, y frustraciones que posteriormente en la vida adulta y desde el inconsciente del individuo surgían en sus diferentes variantes.. Freud contaba 40 años de edad.
Finalmente se dio cuenta que los pacientes le transferían a el, lo que sentían por sus padres, nació así el concepto de “ transferencia”.
Abrió una nueva oficina, que trabajaría durante 47 años. En 1896 muere su padre y decide autoanalizarse, realizando un viaje en la profundidad de su mente. Esta etapa fue una etapa legendaria en la vida de Freud, estuvo 4 años auto investigándose todos las noches. Uso la asociación libre, prestando atención a todo lo que le viniera a la mente sin censura.
El tenia algunos problemas como fobia a viajar. La etiología sexual de sus investigaciones, como por ejemplo el Complejo de Edipo donde en el caso del varón hay: deseo por la madre y rivalidad por el padre a nivel inconsciente en la infancia como etapa madurativa sexual o el también llamado Complejo de Edipo. Estas ideas no fueron bien aceptadas por la sociedad y lo veían como un pervertido. Recibió importante premio de los EE.UU. pero sus teoría no eran bien vistas. Escribió un libro llamado: “ La interpretación de los sueños”, que fue el registro de su auto análisis. Lo publicó en 1900 y solo se vendieron 300 copias en la actualidad el psicoanalisis es el tema que mas se vende en librerías. La ciencia del psicoanálisis fue su creación, solo los judíos lo seguían. Tenían una sociedad conocida como la “Sociedad de los Miércoles” y se identificaban con una anillo con una gema griega azul.
En 1920 muere su hija. En 1923 se le encuentra un tumor cancerigeno en la boca, que tienen que intervenirlo quirúrgicamente 33 veces en 16 años. Le colocaron una prótesis que era muy dolorosa y no le permitía hablar con facilidad. Le costaba mucho comer y debía sacársela para limpiarla. Siempre fumo, pues lo calmaba. Ya era muy prestigioso y conocido en el mundo.
El se preguntaba que quieren la mujeres?, a la cuales nunca entendió, y las llamaba “ el osado continente” . La mujeres envidian el pene del hombre, esto las diferencia, y las hace inferiores.
Su hija también quiso que su padre la auto analizara, ella lo acompañaba permanentemente. Luego de cierta resistencia, Freud accedió a psicoanalizarla en secreto.
En 1933, estando Hitler en poder, comienza la persecución a los judíos y quema públicamente todos sus libros. En 1936 cumple Bodas de Oro en su matrimonio, Freud tenia 80 años de edad.
En 1938 Hitler anexiona Austria a su país, pero Freud, no quiere partir, hasta que mas tarde su hija y hermanas son secuestradas por los Nazi. Freud se da cuenta del peligro que corre y se marcha a Londres el 5 de Julio de 1938. Su hija es soltada, pero sus cuatro hermanas mueren en los campos de concentración.
Freud muere el 23 de septiembre de 1939.
Se enamoró a los 25 años de una amiga de su hermana, y llevo un romance victoriano. El era muy tímido, y no tenia experiencias sexuales. Freud la vio seis veces en cuatro años, pero le escribió mas de novecientas cartas de amor, donde la llamaba “ princesita” .
En 1884 empezó a estudiar la cocaína alcaloide de moda en esos tiempos en la época victoriana, donde los intelectuales encontraban su supuesta inspiración en dichas substancias. Freud se interesó por los aspectos médicos de esta, llegando a investigar sobre las aplicaciones medico/quirúrgicas como anestésico de la cocaina, su capacidad de simular cuadros psicóticos.
Estudio la histeria y otros trastornos del sistema nervioso. Se suponía que estas enfermedades era provocadas por un problema físico en el cerebro, pero un medico francés, Charcot, empezó a investigar a los pacientes, tratando de hinoptizarlos, pues la enfermedad estaba en la ideas grabadas en alguna parte de la mente, que mas tarde Freud, llamo el inconsciente.
Freud completó su formación medica en Paris junto a Charcot en la Sapètrière, posteriormente junto a otro medico mucho mas mayor que el: Breuer, analizó la afectividad de los procesos hipnóticos en los pacientes. Llegó a la conclusión que la metodología hipnótica sólo lograba paliar la sintomatología parcialmente ya que no era duradera, y se corrompía con facilidad si la relación con el terapeuta empeoraba. A partir de ese fiasco hipnótico Freud desarrolló la teoría de la represión semilla inicial del psicoanálisis actual, donde destacaba que no había que sumir al paciente en otro estado de conciencia.
Fue en su obra “estudio de un caso de histeria” o el sobrenombrado “el caso Ana O” donde Freud compartiendo el caso con Breurer demostró la suficiencia del sus investigaciones sobre represión y catarsis por la libre asociación de ideas, semilla del psicoanlisis. El descubrimiento del psicoanálisis, en su amplitud revolucionaria le costó el alejamiento de compañeros y amigos como Breurer y el enfrentamiento de una sociedad clásica como la Vienesa que no aprobaba sus teorías ya que la sexualidad (aspecto muy presente en las teorías de Freud) era un tema tabú por aquel entonces.
Con el tiempo llego a la conclusión que el origen de todos estos problemas, son conflictos infantiles relacionados con el sexo. El origen sexual era el motor de fantasías, y frustraciones que posteriormente en la vida adulta y desde el inconsciente del individuo surgían en sus diferentes variantes.. Freud contaba 40 años de edad.
Finalmente se dio cuenta que los pacientes le transferían a el, lo que sentían por sus padres, nació así el concepto de “ transferencia”.
Abrió una nueva oficina, que trabajaría durante 47 años. En 1896 muere su padre y decide autoanalizarse, realizando un viaje en la profundidad de su mente. Esta etapa fue una etapa legendaria en la vida de Freud, estuvo 4 años auto investigándose todos las noches. Uso la asociación libre, prestando atención a todo lo que le viniera a la mente sin censura.
El tenia algunos problemas como fobia a viajar. La etiología sexual de sus investigaciones, como por ejemplo el Complejo de Edipo donde en el caso del varón hay: deseo por la madre y rivalidad por el padre a nivel inconsciente en la infancia como etapa madurativa sexual o el también llamado Complejo de Edipo. Estas ideas no fueron bien aceptadas por la sociedad y lo veían como un pervertido. Recibió importante premio de los EE.UU. pero sus teoría no eran bien vistas. Escribió un libro llamado: “ La interpretación de los sueños”, que fue el registro de su auto análisis. Lo publicó en 1900 y solo se vendieron 300 copias en la actualidad el psicoanalisis es el tema que mas se vende en librerías. La ciencia del psicoanálisis fue su creación, solo los judíos lo seguían. Tenían una sociedad conocida como la “Sociedad de los Miércoles” y se identificaban con una anillo con una gema griega azul.
En 1920 muere su hija. En 1923 se le encuentra un tumor cancerigeno en la boca, que tienen que intervenirlo quirúrgicamente 33 veces en 16 años. Le colocaron una prótesis que era muy dolorosa y no le permitía hablar con facilidad. Le costaba mucho comer y debía sacársela para limpiarla. Siempre fumo, pues lo calmaba. Ya era muy prestigioso y conocido en el mundo.
El se preguntaba que quieren la mujeres?, a la cuales nunca entendió, y las llamaba “ el osado continente” . La mujeres envidian el pene del hombre, esto las diferencia, y las hace inferiores.
Su hija también quiso que su padre la auto analizara, ella lo acompañaba permanentemente. Luego de cierta resistencia, Freud accedió a psicoanalizarla en secreto.
En 1933, estando Hitler en poder, comienza la persecución a los judíos y quema públicamente todos sus libros. En 1936 cumple Bodas de Oro en su matrimonio, Freud tenia 80 años de edad.
En 1938 Hitler anexiona Austria a su país, pero Freud, no quiere partir, hasta que mas tarde su hija y hermanas son secuestradas por los Nazi. Freud se da cuenta del peligro que corre y se marcha a Londres el 5 de Julio de 1938. Su hija es soltada, pero sus cuatro hermanas mueren en los campos de concentración.
Freud muere el 23 de septiembre de 1939.
PROFESORES: Dr. Eugenio C. J Rubiolo
Lic. Cristina Petit
Lic. Carlos Salgado
¿ El porqué de psicología social en comunicación?: Los contenidos mínimos que vamos a ver son las teorías de la psicología social abordadas desde la perspectiva de la pragmática de la comunicación: atribución, sistemas de creencias y representaciones ideológicas, influencia y conformidad social, persuasión y cambio de actitud, influencia inter- intra grupal, prejuicio, agresividad, fenómenos de masas cooperación y altruismo. Análisis de los principales paradigmas psicosociales.
La psicología social constituye históricamente una de las disciplinas que contribuyo a la conformación de la comunicación social. Su tema básico de estudio- que es el de la influencia social y elaboración y procesamiento por parte del individuo así como el de la influencia del individuo sobre los demás y la sociedad, dio origen a los distintos temas que conforman esta disciplina. Las investigaciones sobre las cuestiones que aborda la asignatura han permitido que esa disciplina se convierta en uno de los instrumentos de análisis y crítica de la vida cotidiana.
En este análisis y crítica se incluye el estudio de la influencia de los medios de comunicación social que, en una sociedad definida como sociedad de masas, constituye un innegable elemento de influencia y hasta de manipulación.
El análisis de estos temas se convierte en uno de los objetivos que justifican la inclusión de esta asignatura en la formación básica de los comunicadores sociales. Estrechamente relacionada además, con disciplinas como sociología, teoría de la comunicación, antropología sociocultural, semiótica, etc.
Lic. Cristina Petit
Lic. Carlos Salgado
¿ El porqué de psicología social en comunicación?: Los contenidos mínimos que vamos a ver son las teorías de la psicología social abordadas desde la perspectiva de la pragmática de la comunicación: atribución, sistemas de creencias y representaciones ideológicas, influencia y conformidad social, persuasión y cambio de actitud, influencia inter- intra grupal, prejuicio, agresividad, fenómenos de masas cooperación y altruismo. Análisis de los principales paradigmas psicosociales.
La psicología social constituye históricamente una de las disciplinas que contribuyo a la conformación de la comunicación social. Su tema básico de estudio- que es el de la influencia social y elaboración y procesamiento por parte del individuo así como el de la influencia del individuo sobre los demás y la sociedad, dio origen a los distintos temas que conforman esta disciplina. Las investigaciones sobre las cuestiones que aborda la asignatura han permitido que esa disciplina se convierta en uno de los instrumentos de análisis y crítica de la vida cotidiana.
En este análisis y crítica se incluye el estudio de la influencia de los medios de comunicación social que, en una sociedad definida como sociedad de masas, constituye un innegable elemento de influencia y hasta de manipulación.
El análisis de estos temas se convierte en uno de los objetivos que justifican la inclusión de esta asignatura en la formación básica de los comunicadores sociales. Estrechamente relacionada además, con disciplinas como sociología, teoría de la comunicación, antropología sociocultural, semiótica, etc.
OBJETIVOS DE LA MATERIA
· Comprender la psicología social como una práctica social orientada al análisis social.
· Discriminar y utilizar algunos de las principales técnicas psicosociales de análisis de investigación aplicadas s los fenómenos de las ciencias sociales.
· Evaluar críticamente el alcance y los límites de las teorías sociales en el marco de un planteo epistemologico.
· Proceder a la deconstrucción crítica de los supuestos de las ciencias sociales y analizar la posibilidad de plantear la construcción de modelos alternativos de cientificidad.
· Utilizar los conocimientos propios de la psicología social como uno de los instrumentos necesarios para el análisis de los fenómenos de la comunicación.
· Advertir críticamente los mecanismos de la influencia de los medios de comunicación sobre la sociedad y los individuos.
· Dominar adecuadamente las teorías, los principios y los conceptos esenciales propios de la psicología social.
· Discriminar y utilizar algunos de las principales técnicas psicosociales de análisis de investigación aplicadas s los fenómenos de las ciencias sociales.
· Evaluar críticamente el alcance y los límites de las teorías sociales en el marco de un planteo epistemologico.
· Proceder a la deconstrucción crítica de los supuestos de las ciencias sociales y analizar la posibilidad de plantear la construcción de modelos alternativos de cientificidad.
· Utilizar los conocimientos propios de la psicología social como uno de los instrumentos necesarios para el análisis de los fenómenos de la comunicación.
· Advertir críticamente los mecanismos de la influencia de los medios de comunicación sobre la sociedad y los individuos.
· Dominar adecuadamente las teorías, los principios y los conceptos esenciales propios de la psicología social.
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